lunes, 9 de mayo de 2011

REFORMA DE LAS PENSIONES PUBLICAS

Durante los últimos años ha dado mucho de qué hablar el tema de la necesidad urgente de cambiar el sistema de las pensiones publicas en nuestro país. 
En efecto,  a finales de enero de 2010 el gobierno propuso una serie de medidas para reformar este sistema, que entró a debate en el Congreso de los Diputados el 6 de octubre y que finalmente fue aprobado y defendido tanto por los sindicatos como por los representantes de empresas.


Las medidas adoptadas fueron:

  • Ampliar gradualmente el periodo de cálculo de la base reguladora de la pensión a toda la vida laboral. 
  • Elevar gradualmente, la edad legal de jubilación hasta los 67 y la edad mínima desde los 61 a los 63 años, con flexibilidad en relación a los colectivos afectados y sus historiales de cotización. 
  • Ampliar gradualmente el número de años necesarios para tener derecho a la “pensión completa” desde los 35 hasta los 40 años.

Para sostener estos cambios, claramente desfavorables para los trabajadores, se ha hecho referencia a los siguientes argumentos:

  1. La base sobre la que se calcula es injusta ya que se hace sobre los últimos 15 años y no sobre toda la vida laboral. Esto viene a decir que había trabajadores cuya prestación era superior en la medida en que aumentan sus salarios en los últimos años de la vida laboral (como sucede con los altos cargos, en su mayoría titulados universitarios). La idea es que no existan tales diferencias con los que tengan trabajos más precarios (normalmente por la falta de titulación y de nivel educativo).
  2. La reforma es inevitable debido al aumento de la esperanza de vida y a la baja natalidad que tenemos en España. Por tanto para asegurar el acceso a las pensiones de los jóvenes de ahora, es necesario ampliar tanto la duración de cotización  como la edad para poder recibir esta prestación.
  3. El cambio consistiría en una mejora del sistema, haciéndolo más automático a cambios, de modo que se pueda autorregular por sí mismo cuando se produzcan variaciones en la sociedad (como las demográficas).
Teniendo en cuenta lo referido anteriormente, el nuevo sistema de pensiones ha mejorado la situación del sistema publico de pensiones en nuestro país. Pero... ¿es eso cierto?
Si nos fijamos desde un punto de vista del equilibrio de la economía y de los presupuestos generales del estado, lo único que se consigue con estas medidas es ¡reducir el gasto!. Y esto es así ya que al ampliar la base de calculo durante toda la vida laboral, lo que se produce es una reducción de la pensión. Lógicamente los primeros años de trabajo de los jóvenes son a salario mas bajo. La reforma nos afecta reduciendo la prestación que recibiremos tras la jubilación.
Por otro lado, el aumento del tiempo necesario para recibir la jubilación completa se aumenta, así como la edad de jubilación. La cuestión que me reconcome es la siguiente: tengo 22 años y soy universitario, suponiendo que termino mi carrera a los 25 (espero no sea mucho suponer) necesitaría entrar en el mercado laboral inmediatamente y mantener un trabajo a jornada completa hasta la edad de mi jubilación. De no ser esto posible, no podría cobrar la jubilación completa. Bien, esto me parece correcto, pero claro... ¿me pueden asegurar que va a ser así?. No solo no me lo pueden asegurar, sino que ademas, teniendo en cuenta la situación económica actual y las características de nuestro sistema de mercado de trabajo, eso es, en mi opinión, ¡totalmente imposible!



¿Qué hacer entonces?
La respuesta no la podría decir, ni creo que nadie pueda, básicamente por que las previsiones tanto de la demografía, como de la situación económica del futuro no se pueden preveer a largo plazo. Históricamente nunca se ha acertado con previsiones de más de 10 o 20 años. 
Una de las soluciones, en mi opinión más que aceptable, se propuso en el Consejo Cientifico de Attac. Donde varios economistas se mostraron favorables a la utilización de un sistema basado en la situación de la producción, en lugar de basarse en una situación demográfica. De esta manera, el aumento de la producción procedente de la evolución de las tecnologías y de la especialización de trabajadores, provocaría una bajada de costes de los productos, aumentaría el consumo y el empleo. Al descender el desempleo no habría gastos elevados por estas prestaciones y se podría mantener un sistema mucho mejor que el actual.
Si bien es cierto que esta propuesta es muy arriesgada y se basa en una previsión futura.

A pesar de todo, he de decir que la reforma, aun siendo un paso atrás para los trabajadores, a sido necesaria para garantizar un bien social futuro (no se ha encontrado una solución más favorable) y siempre es mejor hacer algo que no hacer nada.

Podéis ver la "Propuesta de los 100 economistas sobre las pensiones" en el siguiente enlace: http://bit.ly/l8Mh4w

No hay comentarios:

Publicar un comentario